Interview with Álvaro Vermoet Hidalgo, National President of UDE (Democratic Union of Students)

Abstract

Desde hace años muchas voces autorizadas han planteado la necesidad de alcanzar un pacto de Estado en materia educativa. La dirección de la revista "Avances en supervisión educativa", revista de la Asociación de Inspectores de Educación a nivel estatal, dedica este número al pacto por la educación o pacto educativo.

Estamos especialmente interesados en recoger la opinión de los diferentes sectores sociales y por ello hemos pensado que lo más acertado es preguntar a los diferentes miembros del Consejo Escolar del Estado. Les hemos rogado que indiquen claramente el nombre y la representación de la opinión que emiten.

Álvaro Vermoet Hidalgo

Presidente Nacional de UDE (Unión Democrática de Estudiantes)

Miembro del Consejo Escolar del Estado

1.-     Desde la perspectiva de su organización ¿qué cree que falta en estos momentos para que se pueda cerrar el pacto educativo?

Nosotros no estamos convencidos de que estemos cerca de un Pacto de Estado. Efectivamente, las propuestas del Ministerio suponen una mejora, una flexibilización, respecto al rígido sistema actual, pero no es suficiente como para que la oposición pueda renunciar a reformar la enseñanza si hay un cambio de Gobierno. Creemos que sería muy positivo que el actual Gobierno, con el apoyo parlamentario del PP, aplicase las medidas del texto presentado, pero si el PP lo firma como un "Pacto de Estado" sería difícil poder ir más allá del texto si gana las elecciones, y el texto, aunque sea una mejora, no es la gran reforma que necesitamos. Si el PP se comprometiera con el texto presentado, en el fondo habríamos perdido la oportunidad de una reforma de fondo, y si hay algo que no necesita nuestro sistema educativo es la falta de reformas. Siempre se dice que se ha cambiado constantemente de Ley, pero no es cierto: la reforma del PP nunca llegó a aplicarse y llevamos veinte años de LOGSE. Las medidas del Pacto son, por lo tanto, positivas, pero la oposición no debe renunciar a su programa.

2.-     ¿Qué aspectos más urgentes habría que incluir en el pacto si se hiciera un diagnóstico interno del actual sistema educativo?

Hay dos grandes crisis en el sistema educativo español que explican los altísimos niveles de fracaso escolar en nuestro país. El primero es el caos que existe en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, que agrupa a estudiantes de aptitudes, intereses, conocimientos, habilidades y perfiles completamente distintos sólo por razón de edad, existiendo un creciente número de alumnos obligados a ser escolarizados hasta los 16 años sin ofrecerles una alternativa de tipo técnico, lo que explica los problemas de repetición de curso, abandono y un fracaso escolar desorbitante. Ningún otro país civilizado obliga a adolescentes de 16 años a permanecer en las mismas aulas y haciendo exactamente lo mismo con independencia de sus resultados, lo que se agrava en el caso de los repetidores, que tras suspender reiteradamente tienen cada vez menos motivaciones para aprobar digamos 2º de ESO con 16 años y no se les ofrece alternativa alguna a la repetición y al fracaso.

El segundo problema es la fragmentación del sistema educativo en diecisiete sistemas autonómicos distintos, con contenidos distintos y en muchos casos regionales, con criterios de evaluación no homogéneos y, en algunos casos, con una política lingüística destinada a hacer desaparecer el castellano de la enseñanza. El sistema público de enseñanza y el derecho a utilizar la lengua estatal, que es oficial en todo el país, es un instrumento imprescindible de la viabilidad y la cohesión de cualquier Estado y, además, una garantía de la necesaria igualdad de oportunidades. Hoy en día nada de esto está garantizado, y en muchas regiones la educación sólo sirve a los intereses de las clases políticas autonómicas, como lo vemos en Cataluña con la imposición del catalán y de programas de estudio nacionalistas.

3.-     ¿En qué aspectos de los citados en el punto anterior cree usted que será posible llegar a  acuerdos?

El texto del pacto parece ofrecer alguna flexibilidad en la ESO para tratar el primer problema, aunque se trata de meros "parches" en un sistema que ha probado su fracaso. Se trata de lo mínimo, lo más elemental, que podía proponer el pacto: no se puede seguir condenando a miles de jóvenes al fracaso escolar en nombre de la igualdad, y hace falta una alternativa técnico-profesional antes de los 16 años, es decir, antes de que acabe la escolarización obligatoria y sea demasiado tarde. En este sentido, el texto del pacto ofrece una cierta flexibilidad dentro de la ESO. Si ello se llevara a la práctica, se reduciría el fracaso escolar, ya que muchos alumnos podrían, en vez de suspender y repetir hasta los 16 años para entonces dejar el sistema sin ningún título, cursar una formación más de tipo técnico que les permita aprobar y, si lo desean, continuar con una formación profesional. El texto no llega a tanto y es por ello que, aunque se trate de un conjunto de propuestas que supondrían una mejora, no parece lógico que el PP lo firme en calidad de Pacto de Estado, renunciando a la reforma.

Esto último es especialmente cierto si consideramos el segundo de los problemas mencionados, y es que el Pacto no hace en absoluto mención a la cuestión de la fragmentación del sistema educativo en 17 sistemas ni a la necesidad de que el Estado recupere competencias en educación y facilite el poder estudiar en castellano en toda España. Y es algo lamentable porque es precisamente para esto, para revistar la distribución competencial, para lo que haría falta un acuerdo entre el Partido Socialista y el Partido Popular.

Álvaro Vermoet Hidalgo

Presidente Nacional de UDE (Unión Democrática de Estudiantes)

Miembro del Consejo Escolar del Estado