Presentación número 16º

La revista Avances en Supervisión Educativa ha decidido, con este número monográfico, abordar un tema complejo e inmanente a los seres humanos: las emociones y su relación con la educación. Es cierto que a lo largo de la historia nuestra parte afectiva y emocional ha tenido una mirada negativa por su estrecha vinculación con lo subjetivo. La cultura occidental, desde el Renacimiento, se ha edificado sobre la razón. Pero no lo es menos que desde hace varias décadas – quizá Nietzsche pueda ser un punto de inflexión -, primero de manera tímida y hoy de modo abierto, las emociones se han convertido en objeto de análisis de la neurociencia, de las Humanidades en su conjunto y de la educación.  Hoy los conocimientos sobre el cerebro nos ayudan a construir la educación, pero también a entender mejor los elementos básicos de la conducta como el miedo, la crueldad, el deseo, la ira, el dolor, el amor, etc. A partir de estos avances la educación no solo se plantea qué emociones transmitir, sino también cómo aplicar los conocimientos de la neurociencia en los procesos de aprendizaje y desarrollo de la niñez y de la adolescencia.

El articulo de Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencia en la Universidad de Barcelona, pretende servir de marco central para realzar la importancia del tema, pues aúna la investigación cerebral con su aplicación a la enseñanza. En su artículo Claves científicas para una enseñanza de calidad, nos mostrará cómo vamos adquiriendo nuevas representaciones neuronales de conocimiento que refuerzan las ya existentes y mejoran el aprendizaje, lo que es muy importante en la práctica diaria de la enseñanza. Aprender, nos dirá, es establecer las condiciones que activan los mecanismos cerebrales, de ahí su ineludible consideración en el aprendizaje de una lengua extranjera o de una materia cualquiera. Pero cada aprendizaje tiene sus prerrequisitos, de ahí que no sea igual aprender una lengua extranjera que matemáticas, pero todo aprendizaje, nos dirá, debe activar la estructura cognitiva, independientemente de la metodología que se emplee.  El valor de la repetición como mecanismo de estabilidad del aprendizaje, de la temprana edad de la infancia momento crucial para adquirir una lengua o la necesidad de crear múltiples y flexibles conexiones neuronales cuando aprendemos una disciplina científica, son momentos considerados por el autor en un lenguaje claro y sencillo. La lección que nos deja: los descubrimientos de la neurociencia mejoran el sistema de enseñanza y, con él, el aprendizaje.

Kira Mahamud, profesora en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, hace un recorrido por la historia de la investigación sobre las emociones y sentimientos en su trabajo Emociones y sentimientos: coordenadas históricas y multidisciplinares de un campo de estudio clave para las ciencias de la educación. Kira Mahamud nos presenta las personalidades que a lo largo de la historia se han ocupado de las emociones, lo que le sirve para cuestionar la novedad de la temática y resaltar la continuidad histórica en la construcción del conocimiento en torno a las emociones. Una construcción imprescindible en las finalidades de la educación y con notables implicaciones en la sociedad. Estamos ante una aproximación al estado de la cuestión a través del recorrido diacrónico que nos ofrece la autora sobre el origen y desarrollo de la investigación sobre las emociones. Un magnífico paseo por el cuerpo teórico contemporáneo de las emociones.

Lorenzo Morlán, neurólogo y Jefe de su Unidad en el Hospital de Getafe, nos adentra por el misterio del cerebro, esa masa que dicen que es gelatinosa, de color gris, de gran complejidad y que, con su claridad expositiva, nos ayuda a comprender. Su trabajo, intitulado Cerebro emocional. Concepto de historia, localización y función, nos permite entender cómo el cerebro, a través de una serie de mecanismos neuronales, elabora la energía emocional, suscita nuestras reacciones ante el placer y el peligro.  En un lenguaje asequible nos explica cómo el cerebro codifica las funciones de placer, miedo, dolor, en una palabra, las emociones. Artículo complementario al resto de los que componen este monográfico al estar dedicado a dibujar el mapa del cerebro emocional, de sus elementos esenciales y de cómo funcionan éstos a través de lo que el autor denomina apuntes de neuroanatomía y que ejemplifica con el recurso de algunos experimentos acompañados de explicaciones sobre la corteza cerebral, los genes, las hormonas, la emoción y la conducta moral. Tras la lectura podemos llegar a la conclusión de que el cableado neuronal tiene mucho que ver en nuestro aprendizaje y relaciones sociales, de ahí el interés de este trabajo, además de, con ilustraciones, de explicarnos el puzle del cerebro emocional.

Rafael Bisquerra y Núria Pérez, autores del artículo Educación emocional: estrategias para su puesta en práctica, ponen a nuestra disposición una guía práctica de sumo provecho para los docentes. No solo nos ilustran sobre el concepto de educación emocional, su importancia y necesidad, sino que nos adentran por una nueva competencia, la competencia emocional, con su consiguiente desglose de estrategias a poner en práctica en el aula. Nos presentan toda una colección de actividades con ejemplos de sumo provecho en el aula. Con la actividad ¿Buenos días, cómo te sientes? nos enseñan a facilitar la expresión de los sentimientos y emociones de los niños a través del lenguaje verbal y corporal. Con la rueda de los sentimientos nos enseñan a reconocer e identificar los sentimientos a través de la felicidad, tristeza, decepción o preocupación. Gira la ruleta de juego  o flecha y en el lugar donde se pare es otra estrategia que sirve para explicar al resto de compañeros en que consiste ese sentimiento, mediante un ejemplo que el  mismo haya vivido. Con estos ejercicios, u otros como la queja constructiva y las creencias irracionales, los autores nos enseñanza a cómo utilizar la competencia emocional para mantener unas mejores relaciones entre todos, y no sólo en la escuela, sino también en el trabajo, en las redes sociales, etc. En definitiva, en la vida.

Por último, Mayca Pérez Asensio, experta en educación emocional, nos presenta las aportaciones de la PNL (Programación neurolingüística) a la educación emocional. Y es que el PNL es un conjunto de técnicas y habilidades que mejoran nuestras comunicaciones interpersonales, nos amplían la perspectiva de nosotros, lo que nos ayuda al crecimiento personal, con sus hondas repercusiones en el aprendizaje. Sobre la base científica de lo que conocemos del cerebro, Mayca Pérez nos ayuda a descubrir nuestro mapa de la realidad, de nuestras representaciones –imágenes, sonidos, sensaciones, recuerdos, estímulos, etc- sobre los que se ancla el PNL en el aula, permitiendo la expresión de las emociones y de la acción a ellas vinculada. Una útil herramienta que, como dice la autora, debería formar parte de la formación inicial y continua del profesorado.

El tema, obviamente, es mucho más amplio. Independientemente de que determinados aspectos que pueda el lector haber echado en falta, creemos que todos los artículos que constituyen el monográfico representan un amplio espectro del tema, suficiente para enriquecer nuestra formación y, a partir de ellos, profundizar en el conocimiento de cómo funciona el cerebro y en la reconstrucción de las formas en que nuestras emociones cristalizan en el aula y quedan fijadas en las ciencias y en el arte en general. Todos los artículos abren sendas  de conocimiento, por ello, a todos sus autores, les agradecemos su colaboración.