Editorial

Autores/as

  • Milagros Muñoz Martín

Resumen

Es preciso no dejar sin explorar ninguno de los talentos que, como tesoros, están enterrados en el fondo de cada persona. Citemos, sin ser exhaustivos, la memoria, el raciocinio, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la estética, la facilidad para comunicar con los demás, el carisma natural del dirigente, etc. Todo ello viene a confirmar la necesidad de comprenderse mejor a uno mismo.

Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI Jacques Delors

La primera instancia que debe ayudar a descubrir los talentos que encierra cada persona debe ser la familia. La vida familiar modela las conductas, asienta valores, supone freno por las normas que impone y facilita el desarrollo armónico de la persona.

La segunda instancia es la escuela. La escuela proporciona el inicio del desarrollo de muchos talentos que se perfeccionarán a lo largo de estudios posteriores y a lo largo de toda la vida.

El desarrollo de la memoria, el raciocinio, las aptitudes físicas, el sentido de la estética, la socialización y convivencia con los demás se inician en el centro educativo. La sociedad moderna impone desde edades tempranas estancias cada vez más prolongadas de los niños en las instituciones docentes, de ahí que haya que añadir a la relevancia que le corresponde como segunda instancia educativa y socializadora, la que sin pretenderlo directamente está adquiriendo en su papel sustitutorio  de la familia. De ahí también que la comunicación fluida de ambas instancias sea imprescindible para armonizar líneas educativas coincidentes.

Los alumnos pasan por regla general -salvo prolongación con otras actividades no propiamente lectivas- el noventa por ciento del tiempo que permanecen en el centro educativo en sus respectivas aulas, laboratorios o gimnasio y sólo el diez por ciento en otras instalaciones del centro. Sin embargo, pocas veces salen a la superficie factores relativos al proceso de enseñanza aprendizaje que es el más importante y la razón de ser de la institución docente. Las noticias en prensa se reducen a casos de acoso, gasto, PISA o inauguraciones (José Manuel Pérez en Escuela nº 3783). Se habla poco de factores de mejora en el aula, es decir, de aquellos aspectos que ejercen influencia sobre los procesos internos y tienen capacidad de modificar los resultados para que sean cuantitativa y cualitativamente mejores. No es éste el foro para hablar de los grandes capítulos pendientes que tiene la educación: presupuestos, formación inicial y continua del profesorado, relevancia y respeto social hacia su labor promovido desde cada una de la Administraciones educativas, etc., sino de los aspectos que pueden tener influencia partiendo con realismo y sensatez de la situación que viven los sistemas educativos en el momento actual: diversidad en los grupos de alumnos, inmigración, escasa equidad, profesorado desmotivado o alumnos desinteresados.

En la denominada sociedad del conocimiento nuevos modos de enseñar emergen y nuevas concepciones de lo que los alumnos deben aprender modifican o deben modificar un currículum y una metodología estacionados y con pocas intenciones de cambio. Una de las posibles fuerzas es la incorporación y aplicación de  las competencias básicas, que por su repercusión ya puede considerarse la mayor novedad de la Ley Orgánica de Educación. Las competencias desplazan el eje de la enseñanza del profesor al alumno. El profesor plantea objetivos y contenidos de enseñanza, el alumno aprende a aplicar los aprendizajes que los elementos curriculares le proporcionan y adquiere "competencia". Para facilitar la adquisición de las competencias los profesores deberían cambiar en primera instancia la forma de llevar a cabo la evaluación de los alumnos, porque el cambio de la evaluación arrastra el cambio en los demás elementos del currículum. En la evaluación, como elemento básico del currículum, sería preciso cambiar:

  • Los criterios de evaluación para adaptarlos a las nuevas propuestas de los currícula LOE.
  • Los procedimientos de evaluación, ya que el profesor no puede valorar la adquisición de determinadas competencias con los métodos que tradicionalmente utiliza.
  • Los instrumentos de evaluación; las pruebas de cualquier tipo que realizan los alumnos deben dirigirse a la aplicación a situaciones problemáticas de los conocimientos adquiridos, no a la exposición de lo aprendido sino a su aplicación. Deben ser más ágiles, más elaboradas y más complejas en cualquier nivel educativo en el que se encuentren los alumnos.

Si se modifican los procedimientos e instrumentos de evaluación, el cambio en el desarrollo de la actividad educativa en el aula será una consecuencia natural e inmediata. Directa o indirectamente el profesor prepara al alumno para que supere con éxito la evaluación interna o externa, incluso la que el mismo profesor propone.

En un libro de texto de una determinada editorial (matemáticas de 4º curso de Educación Primaria) ni uno solo de los problemas que contiene el texto obliga al alumno a hacer un esfuerzo más allá del primer nivel de dificultad, nivel de reproducción hablando en términos de dificultad PISA para la resolución de los problemas matemáticos. Así pues deben cambiar las actividades que se realizan en el aula, el sistema de corrección de las mismas y los trabajos y deberes que debe realizar el alumno en casa. Lo que el alumno vive en el aula debe despertar su ingenio, su interés y ejercitar el desarrollo armónico de todas sus capacidades.

Es preciso asimismo un cambio en los métodos que el profesor utiliza en el proceso de enseñanza. ¿Puede adquirirse la competencia autonomía e iniciativa personal desde planteamientos rígidos y  actitudes que dirigen de forma autoritaria cada paso del proceso de aprendizaje? Para el desarrollo de esta competencia es preciso dar al alumno la posibilidad de encontrar vías alternativas en la resolución de problemas planteados en cualquier área o materia, utilizar el conocimiento adquirido por ensayo y error como método directamente propuesto por el profesorado, dirigir la búsqueda de información que le conduzca a la apertura y contemplación de nuevos horizontes.

 La aplicación de las TIC a la enseñanza es otro gran apartado. Su aplicación va más allá de ser una simple estrategia metodológica o un recurso didáctico más o menos potente. El monográfico del número actual de la revista AVANCES en Supervisión Educativa se ocupa de este tema por la importancia y repercusión que tiene en la enseñanza del presente y tendrá en la del futuro.

Porque ahora la información ya no la tiene en exclusiva el maestro, el alumno tiene acceso a una información mucho más profunda en cualquier ámbito que la que puede lograr en la escuela. Por tanto el papel del profesor cambia, ahora se transforma en la persona capaz de dirigir la búsqueda de información del alumno para que sea capaz de buscar la pertinente, asimilarla e interiorizarla y posteriormente aplicarla en distintos contextos que lo exijan.

La utilización de las TIC afecta de nuevo a la metodología pero también a los contenidos que se diversifican e interrelacionan y de nuevo a los procedimientos de evaluación que pueden incorporar propuesta y resolución de problemas a través de procedimientos informáticos.

Al mismo tiempo hemos de valorar que los avances son exponenciales. Podríamos afirmar que está fuera de nuestro alcance imaginar el futuro. Los centros y el profesorado no pueden estar utilizando en el aula un material y unos sistemas anticuados que cualquier alumno desecharía en su propia casa. Ni tener escasez de recursos. La escuela debe tener los mejores y más actualizados sistemas de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación, como debe tener el profesorado más competente y mejor preparado en cada área de conocimiento.

Todo ello desde la convicción de que el éxito en la enseñanza no se encuentra en el alumno, ni en su capacidad, se encuentra en el correspondiente sistema educativo. En las expectativas sociales hacia las nuevas generaciones, en las del profesor de cualquier etapa hacia las posibilidades del alumno. Por el hecho de estar en un determinado sistema, y dentro de él en un centro educativo concreto, los alumnos adquieren unas competencias derivadas de las propuestas didácticas y metodológicas que plantea el profesorado de ese sistema y de ese centro.

Los alumnos inmigrantes que proceden de otros sistemas educativos presentan importantes diferencias muy por encima o por debajo del nivel de nuestros propios alumnos. Ello nos debe hacer reflexionar sobre la importancia e influencia que cada sistema ejerce como primera instancia en los niveles educativos que se alcanzan.

Los alumnos son futuro, las tecnologías de la información y comunicación son futuro. El profesorado debe aligerar la carga y avanzar de forma paralela, no puede seguir aferrado a métodos del pasado, él mismo, mediante la formación adecuada, debe formar parte y contribuir a la formación de los alumnos del futuro.

Milagros Muñoz Martín
Directora

Cómo citar

Muñoz Martín, M. (2008). Editorial. Avances En Supervisión Educativa, (8). Recuperado a partir de https://avances.adide.org/index.php/ase/article/view/309

Publicado

2008-05-01

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